A veces, es buena idea volver la vista atrás, visitar los museos y descubrir las maravillas eléctricas que pueden albergar. Fue el caso de la pila de babilonia, y en esta ocasión vamos a hablar de la Pila de Karpen.
Vasile Karpen construyó esa pila hace más de 60 años (1950) y llevaba décadas en el Museo Nacional de Tecnología “Dimitrie Leonida” en Rumanía hasta que alguien tuvo la ocurrencia de medir su carga… y seguía teniendo la misma que cuando la hicieron. Y aún hay más. Un voltio, un único voltio, puede no ser demasiado, pero después de más de medio siglo el hecho de no haber desaparecido es bastante impresionante.
Los científicos que la estudian no están completamente seguros de cómo funciona esta pila. Al parecer transforma energía térmica en trabajo mecánico, otros mantienen que directamente desafía las leyes de la termodinámica.
VIA A TRAVÉS DE DESENCHUFADOS
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Hace 10 horas
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